Completando el anterior artículo, pasemos al relato de algunos sucesos protagonizados por Lope García de Salazar y acaecidos en la villa de Castro Urdiales y su pedanía de Sámano -hoy tierras cántabras-, que nos pueden dar una idea del potencial militar de que disfrutaban a finales de la edad media nuestros caballeros hijosdalgo.
Al transcribir, resumo las palabras del cronista:
En el año del señor de 1445 Juan de Arós solicitó la ayuda de Lope García de Salazar para enfrentarse a las familias Marroquín y Amorós, rivales de su familia y poderosos en Castro. A su pedido, Lope García le envió 50 hombres, que combatieron en la villa, casa por casa, durante dos meses. Al tiempo, ambos bandos se desafiaron a pelea sobre la lomba de Santullán. Para el desafío los Marroquines llamaron a sus parientes de Gules, Esqueras, Jebaja y Soba, a los Velascos de Mena, a los de Salcedo y Gordojuela (hoy Gordexola) hasta juntar más de mil hombres. Por su parte, Lope García llevó al enfrentamiento a sus parientes de Somorrostro, Portugalete, Baracaldo, Galdames y Sopuerta y a Pero Fernández de Salcedo, Pero Ferrández de Murga , Juan de Salcedo de la Cuadra y a
Años más tarde, ya en 1448, más que hartos los Marroquines del bueno de Salazar, que los acosaba por todas las tierras de Castro Urdiales, amenazaron a su señor, el conde de Haro, con desnaturalizarse de la casa de Velasco y pasarse al bando de Salazar si no les socorría contra éste.
Ante tamaña amenaza, el de Haro envió a Fernando de Velasco de Mena con 300 hombres de caballo y 5.000 de a pie, llegados de Trasmiera, Visio, Soba, Ruesga, Losa y Valdegovía. Se les añadieron otros 800 hombres de la casa de Ayala aportados por Pero Lopez de Ayala, Lope de Salcedo y los Aedo de Balmaseda. Ante semejante ejército, Lope García de Salazar solicitó ayuda a los Negrete, Oñez y Salazar, pero solo acudieron en su ayuda los de Asúa y Leguizamón, que enviaron 300 hombres fuertemente armados, que Lope añadió a los 2.000 hombres de que disponía en su propio solar. Con su ejército de 2.300 hombres, llegó hasta Avellaneda y se aposentó en el Carral, pero como supo que Ferrando de Velasco marchaba hacia Santullán, corrió hacia esta localidad. Los de Velasco asentaron su real en Lavaliega y durante días se estuvieron enfrentando ambos ejércitos en pequeñas escaramuzas de saetas. Pero no tardaron en llegar al de Salazar noticias de que Pero de Avendaño, Pero Velas de Guevara,
Emocionantísimo suceso, Iñaki. Ya lo había leído hace tiempo pero he querido volver a disfrutarlo.
ResponderEliminarMuchas gracias Jose. Me alegro de que disfrutes con este blog, tan tuyo como mío o de cualquiera que quiera visitarnos.
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