Cantigas de Cruz y Luna.

Cervera del río Alhama, una pequeña villa castellana donde cristianos, judíos y musulmanes conviven en secular armonía, envía sus mejores gentes a la campaña de las Navas de Tolosa. Les acompaña la dulce Zahara, arrastrada contra su voluntad a una aventura donde, para sobrevivir, habrá de ser más fuerte que los más intrépidos cruzados.

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La novela

La novela
Una historia de aventuras en Cervera del río Alhama, una perspectiva nunca vista de las Navas de Tolosa

lunes, 27 de diciembre de 2010

¿Cuánto costaba equipar a un caballero medieval?

Tras calcular cual podía ser el precio de un caballo de batalla en la edad media, surge de manera natural la curiosidad por conocer el valor de una armadura y, por extensión, cuánto podían costar las armas y armadura de un caballero medieval.

Esto resulta algo complicado de responder, máxime cuando en la edad media era habitual el trueque y las monedas cambiaban de valor de un día para otro o en función de la población en la que nos encontráramos. De todas maneras, buscaremos el máximo de datos contrastados para intentar hacernos una idea, siquiera aproximada, de cuanto costaba en el medioevo equipar para el combate en la caballería pesada a un caballero medieval.

Utilizando para ello diferentes documentos de la época: inventarios militares, valoraciones de herencias y cesiones, a más de las crónicas, podemos llegar a calcular de una manera aproximada lo que le suponía a un caballero el equiparse para la guerra. Concretamente entre mediados del siglo XIII y principios del XV (sí, ya sé que los precios variarían en 150 años, pero para hacernos una idea creo que este cálculo puede servirnos de orientación).

En aquellos años aún se utilizaban cotas de malla, aunque ya reforzadas por las piezas metálicas que darían a finales del XV paso a la armadura blanca, la de los caballeros de las películas.

Sabemos, por Lope de Salazar, que un buen caballo de batalla podía llegar a costar 1000 reales de plata, pero tenemos que aceptar que no sería este el precio de uno normalito. Si don Lope se molestó en reflejar ese precio, debemos suponer que se debía tratar de algo extraordinario. Según diversos inventarios de las cruzadas, los caballos de batalla, en los primeros años del siglo XIII, podrían costar desde los 200 a los 800 reales, y ya hemos visto que se podían llegar a pagar por un buen ejemplar hasta 1000 reales.

Los precios de las espadas variaban tanto como los de los caballos, girando entre los 20 reales de una espada tasada en la herencia de un hidalgo mallorquín, a los 300 que pagaron por una de sus armas al espadero Juan de Bedia en Vizcaya.

Lo mismo ocurría con los precios de una cota de mallas que, según su construcción, y dependiendo del número de anillas (que podían variar desde las 20.000 a las 200.000 argollitas, según el artífice), podían costar entre 600 y 1300 reales

Sigamos sumando:

Por un pespunte (la camisa acolchada que se llevaba sobre la cota de mallas): 7’5 reales. Supongo que sería el pespunte de un hidalgo campesino y que el de un señor importante valdría mucho más, pero nos vale igual.

Una lanza, entre 3 y 15 reales

El escudo de silla: podía llegar a valer 20 reales

Un yelmo completo: 24 reales

Manoplas: 7 reales

Sobrecalzas y escarpes: 41 reales

Una maza: de 5 a 23 reales

Bueno, con esto tenemos ya, más o menos, equipado a nuestro caballero.

Hagamos un cálculo rápido, para encontrarnos que comprar todo lo necesario para ir de una manera decente y digna a la batalla nos podría costar entre los 1.000 reales, si vamos buscando ofertas, y los 2.700 reales de plata si queríamos demostrar poderío y nivel.

Sirviéndonos de la equivalencia del sueldo del mismo peón de los post anteriores, y pasados estos importes a nuestra moneda actual, nos encontraríamos que un caballero habría de gastarse entre los 700.000 y los dos millones de euros. Vamos, lo que cuesta un yate arregladito

martes, 14 de diciembre de 2010

Como calcular los precios en la edad media

Para tratar de encontrar una equivalencia entre los precios en la edad media a lo que podría ser su costo en la actualidad, existe quien prefiere buscar primero el peso en metal de las monedas necesarias para pagar su importe (bien plata o su equivalente en monedas de oro) y calcular entonces el precio actual de esa misma cantidad del metal precioso.

Yo no estoy de acuerdo en esa forma de calcularlo por dos razones básicas:

La primera: que el valor primario del oro, su aprecio en la sociedad, ha variado mucho desde aquellos años a los nuestros. Durante la edad media era el oro el único medio de valor estable, tanto a nivel local como internacional, por lo que estaba mucho más preciado que ahora. Por el contrario, hoy existen otros muchos artículos encargados de cumplir con esa misión de valor estable y universal, por lo tanto, esa función primordial del oro ha perdido su razón de ser y así ha disminuido sustancialmente su valor intrínseco. La segunda razón es que, hoy en día, la práctica totalidad de los habitantes de este reino pueden disponer, cuando menos, de unos pocos gramos de oro. En un anillo, una medalla o una simple cadena. En cambio, durante la edad media, un campesino, un peón o un siervo, solo podían aspirar a ver el oro en las ropas de su señor. Ni en sus mejores sueños soñarían con hacerse con una monedita de oro.

Por eso he elegido un valor que, con solo ciertas variaciones, podríamos considerar estable: el trabajo de un hombre. Cuantos años de su salario le costaría a un obrero el pagarse ese capricho. Creo que es el mejor indicativo del coste de un bien: las horas de trabajo que un ser humano ha de invertir para poder generar el dinero suficiente para adquirirlo.

Por lo tanto, y con el mismo criterio utilizado para calcular el precio de un buen caballo de batalla, en el próximo artículo intentaremos calcular cuanto costaba una armadura medieval.

Besamanos a Fernando V por los vizcainos en 1476

Besamanos a Fernando V por los vizcainos en 1476
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Bilbao en el siglo XV

Bilbao en el siglo XV
Así se supone que podía ser Bilbao a finales de la Edad Media

Casa torre de Etxaburu (fotografía de Txemi Ciria Uriarte)

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La casa, origen del linaje, razón de ser de los bandos

Espada de mano y media, también llamada espada bastarda - 1416

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Armas de lujo para los privilegiados de la tierra

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