Tras calcular cual podía ser el precio de un caballo de batalla en la edad media, surge de manera natural la curiosidad por conocer el valor de una armadura y, por extensión, cuánto podían costar las armas y armadura de un caballero medieval.
Esto resulta algo complicado de responder, máxime cuando en la edad media era habitual el trueque y las monedas cambiaban de valor de un día para otro o en función de la población en la que nos encontráramos. De todas maneras, buscaremos el máximo de datos contrastados para intentar hacernos una idea, siquiera aproximada, de cuanto costaba en el medioevo equipar para el combate en la caballería pesada a un caballero medieval.
Utilizando para ello diferentes documentos de la época: inventarios militares, valoraciones de herencias y cesiones, a más de las crónicas, podemos llegar a calcular de una manera aproximada lo que le suponía a un caballero el equiparse para la guerra. Concretamente entre mediados del siglo XIII y principios del XV (sí, ya sé que los precios variarían en 150 años, pero para hacernos una idea creo que este cálculo puede servirnos de orientación).
En aquellos años aún se utilizaban cotas de malla, aunque ya reforzadas por las piezas metálicas que darían a finales del XV paso a la armadura blanca, la de los caballeros de las películas.
Sabemos, por Lope de Salazar, que un buen caballo de batalla podía llegar a costar 1000 reales de plata, pero tenemos que aceptar que no sería este el precio de uno normalito. Si don Lope se molestó en reflejar ese precio, debemos suponer que se debía tratar de algo extraordinario. Según diversos inventarios de las cruzadas, los caballos de batalla, en los primeros años del siglo XIII, podrían costar desde los 200 a los 800 reales, y ya hemos visto que se podían llegar a pagar por un buen ejemplar hasta 1000 reales.
Los precios de las espadas variaban tanto como los de los caballos, girando entre los 20 reales de una espada tasada en la herencia de un hidalgo mallorquín, a los 300 que pagaron por una de sus armas al espadero Juan de Bedia en Vizcaya.
Lo mismo ocurría con los precios de una cota de mallas que, según su construcción, y dependiendo del número de anillas (que podían variar desde las 20.000 a las 200.000 argollitas, según el artífice), podían costar entre 600 y 1300 reales
Sigamos sumando:
Por un pespunte (la camisa acolchada que se llevaba sobre la cota de mallas): 7’5 reales. Supongo que sería el pespunte de un hidalgo campesino y que el de un señor importante valdría mucho más, pero nos vale igual.
Una lanza, entre 3 y 15 reales
El escudo de silla: podía llegar a valer 20 reales
Un yelmo completo: 24 reales
Manoplas: 7 reales
Sobrecalzas y escarpes: 41 reales
Una maza: de 5 a 23 reales
Bueno, con esto tenemos ya, más o menos, equipado a nuestro caballero.
Hagamos un cálculo rápido, para encontrarnos que comprar todo lo necesario para ir de una manera decente y digna a la batalla nos podría costar entre los 1.000 reales, si vamos buscando ofertas, y los 2.700 reales de plata si queríamos demostrar poderío y nivel.
Sirviéndonos de la equivalencia del sueldo del mismo peón de los post anteriores, y pasados estos importes a nuestra moneda actual, nos encontraríamos que un caballero habría de gastarse entre los 700.000 y los dos millones de euros. Vamos, lo que cuesta un yate arregladito…
10 comentarios:
JOOOOOOOOOOOOOOOOOER.............
Bueno, me lo tomaré como un cumplido al pensar que te han impresionado las cifras... :-D
Gracias por tomarte la molestia de comentarlo.
Iñaki, a mi tambien me ha impresionado, es un dato que nunca aparece reflejado con cifras concretas, solo se hacen referencias a su alto coste y a que un campesino no podia ni soñar en esto. Me parece muy interesante el trabajo de imbestigación.
En este blog tratamos precisamente de eso, de aclarar todos esos extremos de la edad media que los historiadores al uso dan por sentado y no explican detalladamente. Solo al estudiar pieza a pieza la armadura con sus costes y compararla con el salario de un artesano, nos podemos hacer una idea realista de lo que suponía este equipamiento en aquellos años.
Muchas gracias, lector anónimo, por tu comentario y por apreciar el esfuerzo de reunir todos estos datos dispersos para colocarlos aquí en esta nuestra página.
Un saludo.
Impresionante. Eran gente importante digna de admirar y además ricos! De dónde sacaban tanto dinero,???
Era fácil, sacaban el dinero de donde siempre lo han sacado quienes acumulan bienes y fortunas: del trabajo de los demás.
Ellos, los nobles medievales, se apropiaban de los beneficios producidos en las tierras bajo su dominio, del trabajo de sus esclavos y siervos, y de los bienes que conseguían rapiñar en sus algaras y asaltos a los reinos vecinos.
Llevaba tiempo buscando informacion sobre este tema, muy agradecido, en las peliculas nos muestran caballeros y espadas en masa, armaduras para 10.000 personas pero dudo mucho que las guerras hayan tenido tantas armaduras y caballeria como Hollywood nos muestra, le pregunto, quien podia comprar una espada? Era comun que cualquier persona tuviese una espada?
Soñar si hombre tampoco no seas tan malo jajaja
Y siempre hay la opcion de robarlo o conseguirlo en botin de guerra y saquep
Tienes razon en la edad media el señor feudal hacia lo que queria y se aprovechaba de sus vasayos hasta mas no poder,los campesinos debieron revelarse y acabar con esas jerarquias sociales de todos modos en epocas anteriores a la medieval,para un combatiente de a pie era mas facil conseguir espadas y demas armas aparte de protecciones corporales,todo eso se reduce cuando el pueblo en general deja su proteccion y la del territorio en manos de unos pocos ahi aparece una imposicion del rico frente al humilde,feudalismo vamos.
Exacto. Un hombre del común podría hacerse con un cuchillo largo (ya Cervantes habla de las vizcaínas, espadas cortas y de mala calidad) pero una espada, forjada por un buen espadero, con sus diferentes templados según describimos en la estrada dedicada a esta arma, era privilegio de los nobles y ricos, fuera del alcance del común de los mortales.
Para equipar lo ejércitos estaban los herreros y armeros comunes, capaces de fabricar algo semejante a una espada mejor o peor templada y casi igual de efectiva. Pero por algo nos han llegado a nuestros días cantares y gestas de las espadas de lo héroes. Una espada perfectamente templada, en combate, podría mellar e incluso romper las armas más baratas.
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