Uno de los apartados más extensos en las Bienandazas e Fortunas, de Lope García de Salazar, es aquél en que en banderizo cautivo dedica a explicar detalladamente el origen de cada uno de los linajes implicados en las luchas de poder en aquella Hispania medieval.
En las crónicas de nuestro banderizo podemos encontrar los diferentes modos en los que un personaje determinado funda una familia diferenciada del apellido original del que desciende, exponiendo de paso los criterios o condiciones había de cumplir quien pretendiera fundar solar e linaje.
El origen del apellido siempre estaba ligado, de manera indisoluble, a una tierra y una casa,. Así relaciona nuestro cronista la creación de "solar e linaje" El nuevo apellido solo era posible si se encontraba asociado a una nueva casa del mismo nombre que habría de ser generatriz de la nueva familia. Habitualmente, el linaje naciente tomaría el nombre del toponímico donde se asentara o de la nueva casa edificada en él.
Podía ser el que algún buen escudero se afincara en un terreno y, tomando el nombre del lugar fundara su propio linaje. Como Sangroniz que "son de buenos escuderos e su fundamiento fue de un escudero que vino e pobló allí, sucediendo luego de unos en otros"
Importante era, una vez asentado en el lugar, asegurarse la permanencia y para ello nada mejor que implantar en el nuevo territorio los medios de riqueza y control más eficaces que permitieran dar continuidad al apellido y afianzarse en el poder local. Un buen sistema era el levantar parroquia, como los Lezama, que "el linaje de Lecama suçedió de los caballeros de Ojaguti, que pobló un hijo de ellos en Leçama e fizo el monesterio de Santa María de Leçama..."
Pero de nada servía el asentarse un un lugar si no se podía luego mantener la posición. Debía buscar fuentes estables de ingresos, a más de crear una red sólida de clientes y familiares que le aseguraran la defensa de tierra y casa, como "el linaje de Menaca, que su fundamento fue que pobló allí en Menaça Juan Gómez, fijo de Ochoa de Butrón, que era bastardo ... por que su padre no ovo fijo legítimo. E fizo la casa e azeña e solar de Menaca, e juntó parientes e valió mucho"
Insiste en muchas ocasiones nuestro cronista en la importancia de juntar un ejército lo sufientemente poderoso como para poder consolidar el linaje y solar: "El linaje de Arançivia es de buenos fijosdalgo e el primero fue Pero Ortiz de Arançivia, fijo de Furcán García de Arteaga, e fizo la torre de Aranavia e ayuntó muchos parientes e fizo solar".
Importante era el asentarse en una tierra por colonizar... "de Álvar Sánchez Minaya, primo del Çid de Vivar, suçedió un caballero que vino a poblar allí donde se llama Legiçamo e fundó aquel solar que es llamado Legiçamo e la Vieja e multiplivcando grandes tiempos antes de que Vilvao fuese poblada". Pero lo realmente insoslayable era el levantar casa y defenderla,.
Lo realmente importante no era la tierra, ni tan siquiera las riquezas que podía contener. Era la casa, germen del apellido, útero generoso del linaje que todos -desde el escudero al noble, del legítimo al bastardo-, todos, hubieron de levantar para que la historia reconociera a sus hijos identificándolos por su propio nombre y crear una línea intemporal que había de mantener el apellido por encima de las personas que lo formaran.
Siempre la casa, matriz y origen del apellido, lo más importante del apellido, el espíritu más profundo del banderizo, por encima aún de su propia vida.
En las crónicas de nuestro banderizo podemos encontrar los diferentes modos en los que un personaje determinado funda una familia diferenciada del apellido original del que desciende, exponiendo de paso los criterios o condiciones había de cumplir quien pretendiera fundar solar e linaje.
El origen del apellido siempre estaba ligado, de manera indisoluble, a una tierra y una casa,. Así relaciona nuestro cronista la creación de "solar e linaje" El nuevo apellido solo era posible si se encontraba asociado a una nueva casa del mismo nombre que habría de ser generatriz de la nueva familia. Habitualmente, el linaje naciente tomaría el nombre del toponímico donde se asentara o de la nueva casa edificada en él.
Podía ser el que algún buen escudero se afincara en un terreno y, tomando el nombre del lugar fundara su propio linaje. Como Sangroniz que "son de buenos escuderos e su fundamiento fue de un escudero que vino e pobló allí, sucediendo luego de unos en otros"
Importante era, una vez asentado en el lugar, asegurarse la permanencia y para ello nada mejor que implantar en el nuevo territorio los medios de riqueza y control más eficaces que permitieran dar continuidad al apellido y afianzarse en el poder local. Un buen sistema era el levantar parroquia, como los Lezama, que "el linaje de Lecama suçedió de los caballeros de Ojaguti, que pobló un hijo de ellos en Leçama e fizo el monesterio de Santa María de Leçama..."
Pero de nada servía el asentarse un un lugar si no se podía luego mantener la posición. Debía buscar fuentes estables de ingresos, a más de crear una red sólida de clientes y familiares que le aseguraran la defensa de tierra y casa, como "el linaje de Menaca, que su fundamento fue que pobló allí en Menaça Juan Gómez, fijo de Ochoa de Butrón, que era bastardo ... por que su padre no ovo fijo legítimo. E fizo la casa e azeña e solar de Menaca, e juntó parientes e valió mucho"
Insiste en muchas ocasiones nuestro cronista en la importancia de juntar un ejército lo sufientemente poderoso como para poder consolidar el linaje y solar: "El linaje de Arançivia es de buenos fijosdalgo e el primero fue Pero Ortiz de Arançivia, fijo de Furcán García de Arteaga, e fizo la torre de Aranavia e ayuntó muchos parientes e fizo solar".
Importante era el asentarse en una tierra por colonizar... "de Álvar Sánchez Minaya, primo del Çid de Vivar, suçedió un caballero que vino a poblar allí donde se llama Legiçamo e fundó aquel solar que es llamado Legiçamo e la Vieja e multiplivcando grandes tiempos antes de que Vilvao fuese poblada". Pero lo realmente insoslayable era el levantar casa y defenderla,.
Lo realmente importante no era la tierra, ni tan siquiera las riquezas que podía contener. Era la casa, germen del apellido, útero generoso del linaje que todos -desde el escudero al noble, del legítimo al bastardo-, todos, hubieron de levantar para que la historia reconociera a sus hijos identificándolos por su propio nombre y crear una línea intemporal que había de mantener el apellido por encima de las personas que lo formaran.
Siempre la casa, matriz y origen del apellido, lo más importante del apellido, el espíritu más profundo del banderizo, por encima aún de su propia vida.
2 comentarios:
Un nuevo artículo que deleita mi paladar banderizo, y que responde con eficacia narrativa a mi consulta sobre el origen de los linajes banderizos. Gracias, Iñaki.
Gracias a ti a cuantos leen de vez en cuando este blog. Sin vosotros no tendría sentido el perder el tiempo en él.
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