Cantigas de Cruz y Luna.

Cervera del río Alhama, una pequeña villa castellana donde cristianos, judíos y musulmanes conviven en secular armonía, envía sus mejores gentes a la campaña de las Navas de Tolosa. Les acompaña la dulce Zahara, arrastrada contra su voluntad a una aventura donde, para sobrevivir, habrá de ser más fuerte que los más intrépidos cruzados.

Puedes adquirir la novela en las más importantes librerías on-line, o pedir que te la traiga la librería de tu barrio. También puedes comprarla en editorial Maluma, que te la hará llegar sin gastos de envío.

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La novela

La novela
Una historia de aventuras en Cervera del río Alhama, una perspectiva nunca vista de las Navas de Tolosa

martes, 3 de febrero de 2015

La Ballesta

Una ballesta consiste, básicamente, en un arco corto fijado a uno de los extremos de un travesaño de madera llamado cureña. La cuerda una vez tensa se fija a la nuez, que es una pieza cilíndrica con una hendidura longitudinal que mantendrá tensa la cuerda y una muesca en un lado donde se engancha la llave (lo que hoy llamaríamos gatillo) que la fija.  Al accionar la llave, la nuez gira liberando la tensión acumulada del arco y la cuerda arrastra en su movimiento el proyectil. 

Este arma se introdujo en Europa  hacia el año mil con un arco simple de madera y se tensaba tirando de la cuerda con ambas manos hasta engancharla en la nuez.  
Ballestero "armando al cinto"
a la derecha detalle de la gafa
Hacia el 1200 comenzaron a utilizarse los arcos  con palas compuestas que no podían ser tensados simplemente con la fuerza de los brazos, apareció así el estribo. Se le dispuso a la ballesta de un estribo colocado en el centro del arco y el ballestero se colocaba un cinturón de cuero de donde colgaba un doble gancho, la gafa. Para montar la ballesta, enganchaba la cuerda en la gafa, introducía luego el pie en el estribo y tiraba de él hacia el suelo. Así conseguía montar el arma sin romperse los riñones en el esfuerzo.
Pero pronto se incorporó el acero al arco, 
allá por el siglo XIV, con lo que el sistema de montar al cinto ya no era útil salvo en las ocasiones en que se 

ballesta con su cranequín
Pata de cabra
requiriera mayor cadencia de tiro. Comenzó así una evolución de los métodos de montaje simultánea al aumento de potencia de los arcos. Primero la pata de cabra, que mediante una palanca articulada tiraba de la cuerda hacia apoyándose en la empuñadura de la cureña, cuando esta se mostró insuficiente se inventó el cranequín, que era una barra dentada que se fijaba al arco mediante una cuerda y por la que corría un piñón también dentado,accionado mediante una manivela, que era el encargado de arrastrar la cuerda hasta la nuez . El último invento fue el armatoste que, como su nombre indica, consistía en un pesado artilugio que mediante un torno fijado a la empuñadura de la ballesta, y trámite una serie de poleas, era capaz de armar el arco más potente que se pudiera montar en una ballesta.
montando con armatoste
Pero por muy avanzado que estuvieran métodos de armar la ballesta, había veces que se anteponía la velocidad de disparo a la potencia de este. Por eso, cuando Pero Niño , ya iniciado el siglo XV, recibe el encargo de equipar las galeras con las que debe dar caza a los corsarios castellanos que saqueaban las costas del mar de Levante, se preocupa de  escoger para tripularlas a los mejores marineros y comitres, que fueran equipadas con los más fornidos y animosos remeros y que eligieran a los que fueran experimentados ya en la mar de levante. También  dispuso el reclutamiento de los mejores ballesteros mareantes, duchos y probados en armar sus ballestas al cinto. 


Diferentes puntas de dardos
Abajo, cuarta por la derecha, una punta de rallón.
Si variados eran los sistemas de armarla, también eran muchos los proyectiles que podía arrojar. Lógicamente, los más habituales eran los diferentes dardos con puntas de engarce pedunculado o tubular, como los cuadrillos, que tenían la punta piramidal de base cuadrada, de ahí su nombre; viratones y virotes de punta cónica, que no giraban en su trayectoria, como parece indicar su nombre, sino que se llamaban así por deformación de las palabras latinas verutu y verutum respectivamente, empleadas para designar a los dardos; los pasadores, que eran proyectiles de punta fusiforme, larga y delgada, diseñada para penetrar por entre los anillos de la cota y reventarlos. También empleaban nuestros banderizos los rallones, unos dardos con la punta plana, con forma de cincel, que se utilizaban habitualmente en la caza, pero que demostraron con harta frecuencia su eficacia contra los seres humanos.

Además, la ballesta podía montarse con una sola cuerda para lanzar los diferentes dardos, pero también podía ser equipada con una cuerda doble que, con una badana en su parte central, permitía al ballestero lanzar a sus enemigos piedras, balanos de plomo o bodoques, pequeñas esferas de barro endurecido al fuego.


Tan eficaz demostró ser la ballesta contra peones y caballeros, por bien equipados que fueran, que en el 1139, El Papa Inocencio II, en el segundo Concilio de Letrán, canon 29 declaró: “Prohibimos bajo anatema el arte mortal de ballesteros y arqueros, que Dios aborrece, que sean empleados de ahora en adelante contra los cristianos y los católicos Contundente prohibición, aunque poco efectiva, porque la verdad es que no parece que le hicieran mucho caso al interdicto.



Nota:
Las imágenes de ballesteros montando al cinto, con pata de cabra y armatoste han sido tomadas del blog benjaminrose.com en su post "Técnicas de arquería//la ballesta".

2 comentarios:

Tom Doniphon dijo...

Saludos.
Escribo en primer lugar para decir que he estado leyendo su blog de una tirada esta semana y he disfrutado mucho haciéndolo. Se agradecen escritos tan amenos, documentados e interesantes. Particularmente todo aquello que cubre la vida cotidiana de un determinado periodo histórico me resulta especialmente atrayente, pues muchas veces la historiografía se ha venido ocupando más del aspecto político y/o macro.

Sobre esta ultima entrada, un pequeño apunte. ¿La ballesta que llama de “pata de cabra” es la conocida como “de gafa”? De ser así, estaría bien que incluyera las dos acepciones por aclaratorio.

Por otro lado, ¿es mi impresión o se le ha desconfigurado la maquetación del blog? Lo digo porque resultan extraños la distribución e elementos.

Por ultimo quería recomendarle un blog muy ameno sobre historia (principalmente militar) que es probable que conozca. Castra in Lusitania, del Amo del Castillo:
http://amodelcastillo.blogspot.com.es/

Ha estado unos meses cerrado pero ha vuelto recientemente a la carga.

Nada más, me despido no sin antes animarle a continuar con este estupendo blog.
Un saludo.

Iñaki dijo...

Hola Tom.
Quisiera, en primer lugar, agradecerte tus palabras.
Me alegro de que hayas disfrutado con la lectura del blog, a fin de cuentas éste es su último fin: ser un lugar donde se refleje la vida y obras de los banderizos,su mundo y, como bien dices, la vida cotidiana de aquellos a quienes les toco vivir en aquella época.

Respecto a tu pregunta sobre la gafa y la pata de cabra, indicarte que son dos métodos diferentes. La gafa fue el primer dispositivo creado para montar con menor esfuerzo la ballesta, y consistía en un gancho que el ballestero llevaba colgado de su cinturón. Prendía en él la cuerda y luego tiraba de la ballesta hacia abajo, con el pie en el estribo para armarla.
La pata de cabra era un artilugio diferente (puedes ver algunos modelos aquí: http://www.arcobosque.com/ballesta.htm) más avanzado y consistente en una palanca de hierro que se apoyaba en el fuste de la ballesta y que disponía de un apéndice articulado para tensar la cuerda. Con la cuerda trabada en el apéndice, y valiéndose de la fuerza de la palanca, se tiraba de él hasta trabar la cuerda en la nuez.

Puede que se haya desconfigurado el blog, pero también es posible que esa caótica distribución que aprecias sea, simplemente, el resultado de mi casi nula capacidad para tratar con estos extraños artilugios a los que llaman ordenadores 8de no sé muy bien qué) :-)

Y, por supuesto, soy asiduo seguidor del Amo del Castillo.

Besamanos a Fernando V por los vizcainos en 1476

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Bilbao en el siglo XV

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Casa torre de Etxaburu (fotografía de Txemi Ciria Uriarte)

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Espada de mano y media, también llamada espada bastarda - 1416

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