Ya sabemos quienes dirigían las tropas cruzadas, pero ¿quien estaba al mando de los musulmanes?
Pues los comandaba Al-Nasir, al que los cristianos llamaban Miramamolín.
El
califa, o monarca, de los almohades se llamaba en realidad Abu Abd Allah Muhammad Ibn Yacub Ibn Yussuf Ibn Abd al-Mumin. Pero al
hacerse cargo del título califal, adoptó el sobrenombre de Al-Nasir lid in-Allah (Protector de la religión de Dios).
El nombre de Miramamolín surge al castellanizar otro de los títulos de los monarcas almohades, el de Amir al-Mu’minin (Emir o príncipe de los
creyentes).
Por cierto: el abuelo de nuestros protagonistas cristianos, Alfonso VII el Emperador, también se hizo llamar Miramamolín, pues también le rendían tributo los reyezuelos musulmanes de la península.
La imagen de la izquierda es la esmeralda que dicen perteneció a Al-Nasir y que Sancho el Fuerte arrancó de su Corán tras la batalla de las Navas de Tolosa (otros dicen que fue del turbante de donde la tomó).
Esta esmeralda es la que aparece en el escudo de Navarra, en el centro de las cadenas, pero de esto hablaremos más adelante, en otra entrada.