Cantigas de Cruz y Luna.

Cervera del río Alhama, una pequeña villa castellana donde cristianos, judíos y musulmanes conviven en secular armonía, envía sus mejores gentes a la campaña de las Navas de Tolosa. Les acompaña la dulce Zahara, arrastrada contra su voluntad a una aventura donde, para sobrevivir, habrá de ser más fuerte que los más intrépidos cruzados.

Puedes adquirir la novela en las más importantes librerías on-line, o pedir que te la traiga la librería de tu barrio. También puedes comprarla en editorial Maluma, que te la hará llegar sin gastos de envío.

Busca palabras y contenidos en las entradas anteriores de Tierra Amarga

La novela

La novela
Una historia de aventuras en Cervera del río Alhama, una perspectiva nunca vista de las Navas de Tolosa

lunes, 10 de junio de 2013

El origen del linaje (II) linajes y bandos

Como decíamos en el anterior artículo sobre el nacimiento de los linajes, en los primeros años, unas pocas familias, más poderosas que sus vecinos que disponían de la fuerza militar suficiente como para poder mantener por sí mismas sus haciendas, y generalmente con privilegios reales, comienzan a ceder a sus descendientes -mediante el mayorazgo- cada vez mayores extensiones de tierras junto a los collazos, labradores y esclavos que las habitaban. Para evitar que esta potencia económica y militar se disgregue y mantener cohesionada la herencia comienzan a formarse alianzas entre los descendientes de esta familias y dan forma así a los primeros linajes, los iniciales, que aglutinarán en torno a si a todos los demás que vayan surgiendo.
Porque a principios del siglo XIII vemos aparecer otros linajes nuevos que no descienden directamente de los nobles o sus tenentes. Son bastardos de los poderosos que cuentan con la parte de herencia que les adjudica su progenitor  u otros hombres libres, propietarios campesinos, que adquieren la fuerza suficiente como para mantener el nuevo estatus alcanzado, resguardarlo de sus vecinos y dejarlo en herencia a sus descendientes.
Así, surge un nuevo linaje cada vez que un individuo se nuestra capaz de defender de manera efectiva  sus propiedades, trasmitirlas indemnes a sus descendientes e identificar el conjunto de tierras y propiedades con su nombre, generalmente el toponímico del lugar donde levanta su primera casa (Basurto, Zabala, Oñate…) aunque otras muchas veces empleen el sobrenombre por el que se les conocía (Borte, Marroquín, Hurtado...). Una vez asentado este nuevo linaje, comienza a reunir a su alrededor a parientes cada vez más lejanos y más dependientes económicos, además de empleados a sueldo, sean artesanos, menestrales u hombres de armas, lo mismo da, todos juntos formarán la nueva parentela que le permitirá a este nuevo hidalgo fazer torre e solar.
Porque con este nuevo poder en sus manos, el nuevo jauna necesita un lugar seguro desde donde dirigir sus posesiones. Allí donde comenzó su carrera como hidalgo levantará la casa fuerte del apellido, la torre que constituye el corazón del linaje y epicentro de su solar. Un lugar que física y espiritualmente dará consistencia y permitirá perpetuarse en el tiempo a la nueva familia.
Ejemplo arquetípico del hombre común fundador de un poderoso linaje son los poderosos Zurbaran, originarios de unas caserías que son cerca de Bilbao, que eran pecheros del señor. De allí poblaron Bilbao e ganaron como mercaderes e multiplicaron e ganaron hacienda e ficieron linaje mucho poderoso.
Cuando estos nuevos linajes adquirían la suficiente importancia y conseguían perdurar en el tiempo, el señor aceptaba de hecho su nueva condición de hidalgo a cambio de ciertos derechos económicos, como diezmos, caloñas, derechos de paso, vasallaje y servicio militar Una vez podríamos decir que institucionalizados, se vinculaban de forma natural con otros nuevos linajes vecinos mediante cartas. Así surgen de manera natural los bandos.
Ya asentados, y simultáneamente a su crecimiento, estos linajes emergentes reestablecen sus relaciones con las comunidades de las aldeas y adquieren derechos eclesiásticos levantando ermitas que les conceden un ascendiente natural sobre el resto de la población vecina muy similar al existente entre los hombres libres y los señores.
Con el transcurso de tiempo también los nuevos apellidos crean nuevos linajes secundarios al casar a sus hijos e hijas -bastardos o legítimos- con labradores ricos, que aportaban más propiedades y fuerzas al linaje reciente.
En este marco socio económico estalla la crisis bajo medieval que fuerza a los linajes a competir por unos bienes cada vez más escasos. Los bandos formados por los diferentes linajes sirven en este contexto para defenderse de los vecinos más poderosos y contener sus pretensiones.
Simultáneamente aparecen las villas como defensa de las aldeas frente a la violencia que impera en la tierra llana por las luchas entre los diferentes linajes por hacerse con los recursos económicos cada vez más escasos y acogen entre sus murallas a los más expertos artesanos y técnicos concentrando tras sus murallas las nuevas ciencias y tecnologías, mientras se multiplican los nuevos linajes que merman el poder de los todopoderosos primeros señores y complican hasta el extremo la composición de los bandos.

Pero esta falta generalizada de recursos económicos, no solo exacerba la violencia de las luchas de  bandos, también obliga a los nuevos hidalgos a diversificar sus fuentes de ingresos. Así se esfuerzan  en penetrar en la administración pública de las villas para participar como alcaldes y prebostes y poder beneficiarse de sus mercados y talleres, asumen patronazgos de iglesias y conventos recibiendo parte de los beneficios que estos atraen, impulsan  la construcción naval y participan como constructores y armadores en el desarrollo de la marina mercante, explotan la riqueza mineral de la tierra monopolizando la extracción de hierro y encuentran en el comercio una nueva forma de incrementar su riqueza que, de manera tangencial les pone en contacto con otras culturas, aumenta sus conocimientos y enriquece en tal modo su sociedad hasta entonces rural que, de una manera natural, permite el arribo del vecino renacimiento.

Para ilustrar el nacimiento de un nuevo linaje y su inclusión en el bando respectivo, transcribo las palabras de Lope García de Salazar sobre el linaje de los Valda:
Dice de este linaje -el más poderoso tras los Olaso del bando Gamboíno- que tiene su origen en un tal Ochoa López originario de las tierras de Valda, vecinas a la villa de Azcoitia. Su nieto primogénito, Ladrón de Valda, al que le correspondía el mayorazgo, murió sin descendencia pero su hermano menor tenía una hija que heredó todos los bienes de la familia y esposó con el doctor de Ondarroa, hombre muy rico poderoso. Este doctor compró Santa María de Valda a un privado del rey don Enrique  y casó a su hijo con la hija de Martín Ruiz de Ganboa. 
A la muerte de su padre el doctor, este hijo quedó heredero de aquél lugar de Valda.
Tierra, casa, monasterio y buenos parientes. Ya tenemos un nuevo linaje asentado y con garantía de pervivencia. 

No hay comentarios:

Besamanos a Fernando V por los vizcainos en 1476

Besamanos a Fernando V por los vizcainos en 1476
Pinchando el cuadro puedes acceder a la galería de fotografías de Tierra Amarga

Bilbao en el siglo XV

Bilbao en el siglo XV
Así se supone que podía ser Bilbao a finales de la Edad Media

Casa torre de Etxaburu (fotografía de Txemi Ciria Uriarte)

Casa torre de Etxaburu (fotografía de Txemi Ciria Uriarte)
La casa, origen del linaje, razón de ser de los bandos

Espada de mano y media, también llamada espada bastarda - 1416

Espada de mano y media, también llamada espada bastarda - 1416
Armas de lujo para los privilegiados de la tierra

Entradas populares

Seguidores

Tierra Amarga|Crea tu insignia