Para cerrar los comentarios sobre el sexo medieval (al menos
de momento) me gustaría dejar indicado lo que para el Conde Buelna, señor de la
guerra entre los siglos XIV y XV, deja escrito respecto a la violación en tiempos de
guerra.
Pero Niño nos habla del concepto de guerra justa y, una vez
más, nos encontramos con que la mentalidad medieval dista mucho de ser ni tan
siquiera semejante a la de un occidental del siglo XXI. Aunque la imagen de
despiadados guerreros, sedientos de sangre y violadores de doncellas, que las películas
y series de televisión nos dibujan de los caballeros medievales, poco o nada tiene
que ver con lo que realmente eran nuestros banderizos.
Ni eran caballeros buscadores del Grial, ni bestias sanguinarias.
Eran, simplemente, hombres de negocios empeñados en ejercer de la manera más eficaz su profesión.
Batalla de Worringen |
En fin, como veo que me estoy enrollando sin atacar al
meollo de la cuestión, paso a detallar lo que en El Victorial, dice el biógrafo
de Pero Niño sobre lo que se considera Guerra Justa.
Deja escrito que, en guerra de cristianos, se debe hacer "guerra justa" e indica las cuatro condiciones que una guerra ha de tener para
poder considerarla justa:
1- En ella no se debe matar al enemigo prisionero o ya
vencido. Se le debe perdonar la vida, aunque
si tiene algún valor se le puede tomar como rehén o esclavo.
2- Se deben respetar las Iglesias y sus pertenencias. Como se
debe respetar a quienes se refugien en su interior. Solo, en caso de
necesitarlo para poder continuar vivo, se puede tomar la comida y vituallas
propiedad de la Iglesia que se necesiten, dejando el resto que no se ha de
llevar de botín. Esta es una de las razones (a más de que la iglesia solía ser
el edificio más resistente del pueblo) por la que, en caso de ataque, la gente
se solía refugiar en las iglesias cercanas.
3- No quemar panes ni casas, que supondría el hambre y desolación
para la gente humilde que vivía en las tierras atacadas. El propósito de la
guerra es sacar beneficios, no destruir al enemigo. El arrasar los campos
atacados solo se podría hacer en caso de que el enemigo lo hubiera hecho antes
o hubiera asaltado iglesias en nuestras tierras.
4- Y por fin, e hilando con el post anterior, Pero Niño afirma
que se han de respetar a las mujeres, y no tomarlas ni casadas ni solteras. Y que
si alguno la tomara contra su voluntad, ordena don Pero que su propio compañero lo mate
allí mismo, o que si cualquier otro lo supiera, le dé muerte allá donde lo
halle.
Como se puede comprobar, el respeto a la voluntad y el derecho de la mujer, está perfectamente claro. No son objetos sexuales ni deben ser sujetas a violencia, ni tan siquiera en circunstancias tan brutales como puede ser una batalla.
Pero... todo esto solo sirve en guerras de
cristianos, cuando se trata de combatir moros o similares, no existe limitación
alguna al daño (ya lo demuestra él mismo en sus crónicas por tierras
africanas). Solo los cristianos son personas y cuando el enemigo es de
diferente color o religión, no tiene porque ser considerado humano y por lo
tanto no está sujeto a las leyes que para con nuestros semejantes debemos
respetar.
3 comentarios:
Interesante, es curioso que las normas bastantes civilizadas (igual no todos las cumplían pero ¿se cumplen hoy día siempre?)
que nombras dejasen de tener efecto con los no cristianos.
Como bien dices, entonces se hablaba de "guerra justa", ahora de "guerra civilizada" para marcar unas normas que nunca se cumplen.
Por otro lado, también es práctica común el deshumanizar al enemigo. En tiempos de Pero Niño, los moros y demás no eran cristianos, por lo tanto no se les debía considerar como personas. Ahora les llamaremos negros salvajes o fundamentalistas islámicos, pero se trata de lo mismo: marcar diferencias con el enemigo que nos permitan verles como lo suficientemente diferentes a nosotros como para poder destruirlos sin remordimientos.
La única diferencia es que entonces lo reconocían sin falsos pudores.
Y, por cierto, esperamos tu artículo sobre la caballería medieval. ;-)
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